viernes, 14 de marzo de 2014

El estrés es crítico para la activación inducida por LPS de la microglia y el daño en el hipocampo de ratas.


Se han hecho estudios en los que se ha aplicado estrés durante 9 días seguidos al hipocampo, el cual es insensible a fuertes inflamaciones en condiciones normales pero es la zona más afectada por el Alzheimer que es una enfermedad neurodegenerativa terminal que implica pérdida de la capacidad cognitiva y cambios de conducta. Se va perdiendo memoria a medida que zonas del cerebro se atrofian por la muerte de las neuronas que son las células nerviosas, aunque primero se manifiesta como incapacidad de adquirir nuevos recuerdos, confusión mental e irritabilidad. No se sabe con seguridad, pero se cree que podría ser causado por priones (partícula infecciosa formada por una proteína y es transmisible). El estrés crónico se ha inyectado mediante lipopolisacáridos en ratas. En las no estresadas no se activa la microglia  que son células pequeñas de núcleo alargado, con pequeñas e irregulares prolongaciones que tienen capcidad de fagocitar, se encargan de eliminar sustancias de desecho y las estructuras dañadas del sistema nervioso central, aunque también defienden de virus, tumores y microorganismos, pero sí unas células en degeneración. En las estresadas se activa la microglia  y astrogliosis que es un incremento anormal del número de astrocitos, que son células del cerebro y de la médula espinal que suministran nutrientes al tejido nervioso, proporcionan ayuda bioquímica a la barrera sangre-cerebro entre otras funciones, por la existencia de regiones del sistema nervioso central lesionadas, y unas proteínas que actúan como factor de crecimiento (BDNF) en la producción de ARNm, se pierden la mitad de neuronas piramidales CA1 (un tipo de neurona que se encuentran en distintas áreas del cerebro, incluyendo la corteza cerebral, el hipocampo y la amígdala). Si se combinan estrés crónico con lipopolisacáricos (LPS) se activan Mapks que son enzimas que fosforilan, además de otras como la JNK, ERK, etc. Y también bajan los niveles de fosforilados compatible con el estado perjudicial del hipocampo. Un potente inhibidor denominado Ru 486 protege contra el estrés inyectado con las LPS.

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