martes, 11 de marzo de 2014

El uso de la haptoglobina y transtiretina como potenciales biomarcadores para el diagnóstico preclínico de la enfermedad de Parkinson.

Se ha buscado en animales, en líquido cefalorraquídeo, biomarcadores que indiquen la enfermedad de Parkinson (transtorno neurodegenerativo crónico que produce incapacidad progresiva por la destrucción de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra que provoca transtornos del movimiento, cognitivos, en la capacidad de expresión y en la autonomía) inducida por procesos inflamatorios para tener un modelo animal. Para ello se inyectan LPS ( lipopolisacáridos). Se analizan proteínas del líquido cefalorraquídeo por electroforesis bidimensional (técnica para separar moléculas según su movilidad en un campo eléctrico) o por MALDI-TOF (técnica suave de ionización que permite analizar moléculas y biomoléculas) entre el primer y décimo día para diferenciar entre el pronóstico y el diagnóstico. Los cambios más importantes se dan pronto y son el incremento de haptoglobinas, transtiretinas (proteínas) y otros puntos, prostaglandina D sintasa (enzimas)  en respuesta a las lipoproteínas. Se analizan mediante la técnica Western blot (analítica para detectar proteínas específicas en un muestra concreta) en líquido cefalorraquídeo y plasma con anticuerpos concretos de los animales a los que se les había inyectado en el líquido cefalorraquídeo las lipoproteínas. El Western blot comprueba que se produce un aumento en el número de transtiretinas y haptoglobinas por los lipopolisacáridos por lo que se está pensando en usar esta técnica para conocer antes la presencia de la enfermedad de Parkinson.


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